Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, deploró que Washington mantenga su campaña contra esa plataforma sin presentar evidencias sobre las supuestas amenazas a la seguridad nacional.
Denunció también que la Casa Blanca usa como pretexto la protección de datos privados para abusar de su poder y acosar a firmas foráneas, en vez de garantizarles operar de manera abierta y justa en suelo norteamericano.
Wang se pronunció así ante reportes sobre los planes de Estados Unidos de pedirle a la dueña de TikTok, la empresa china Bytedance, de vender las acciones de la plataforma de minivideos.
Pero un portavoz de la popular red social respondió que “la mejor manera de atender a las preocupaciones sobre seguridad nacional es ser transparente con la protección de los datos de los usuarios e incorporar a un tercero a la tareas de monitoreo, verificación y veto”, lo cual ya está en marcha.
La ofensiva contra TikTok inició en la última etapa del mandato del expresidente estadounidense Donald Trump, ahora la retomó su sucesor Joe Biden y contempla la prohibición a usarla en los teléfonos gubernamentales.
En las últimas semanas dieron similar paso Canadá y las naciones de la Unión Europea, que se suman así a India, Pakistán, Afganistán y Taiwán en la lista de territorios del mundo donde está vetada la popular plataforma.
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