“Italia ha pagado un precio muy alto y el camino para superar las consecuencias negativas, desde el punto de vista sanitario, social y económico de la crisis de la pandemia, aún no ha terminado”, afirmó por su parte la primera ministra Giorgia Meloni, en una nota oficial.
“Hace más de tres años que el coronavirus entró en nuestras vidas”, dijo la mandataria en este día, que recuerda los momentos en que decenas de camiones militares cargados de ataúdes de víctimas fatales de esa enfermedad recorrieron en larga fila las calles de la ciudad de Bérgamo, en la norteña región de Lombardía, una de las más afectadas.
Sin embargo “el pueblo italiano no se dejó desanimar y encontró la fuerza para reaccionar”, agregó Meloni, quien manifestó además “nuestro agradecimiento a todos los compatriotas que se entregaron a los demás con espíritu de sacrificio, humanidad y profesionalismo” para enfrentar el avance de ese mal.
Mattarella subrayó en sus palabras de recordación que “el compromiso de evitar las consecuencias de la pandemia, aún no erradicada por completo, constituye un patrimonio de valores fundamentales que deben preservarse para estar en condiciones de enfrentar cada desafío de trascendencia internacional”.
Desde la detección de los primeros casos de Covid-19, el 31 de enero de 2020, contrajeron esa enfermedad en Italia más de 25 millones 700 mil personas, de las que unas 189 mil perdieron la vida, a razón de casi tres mil 200 por cada millón de habitantes.
El viernes último el Ministerio de Salud notificó 23 mil 730 nuevos casos en la semana del 10 al 16 de marzo, así como 212 muertes, cifras menores a los 23 mil 988 y 216, respectivamente de la semana previa, una tendencia que se mantiene en los primeros meses de 2023, y que evidencia un gradual control de la pandemia, según expertos.
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