Con apenas 24 años y considerado ya entre los tres mejores jugadores del planeta, el nativo de Bondy y estrella del PSG portará el brazalete tricolor el viernes en el debut de la clasificatoria de Francia para la Eurocopa Alemania-2024, y lo hará en casa -el Stade de France- frente a Países Bajos.
La noticia circuló anoche por primera vez en el diario L’Equipe y hoy domina las portadas y los titulares, aunque llegó de una manera poco ortodoxa: los trascendidos, ya que horas antes el entrenador de la selección, Didier Deschamps, había pedido a la prensa esperar un poco por el anuncio.
Mbappé capitán, y el veterano Antoine Griezmann (32 años) vicecapitán, así resolvió el enigma del momento Deschamps, quien elogió las cualidades de comunicador de Kylian.
El joven es un líder natural en la cancha y su protagonismo en el vestuario ha crecido, en un equipo del que se retiraron su capitán de una docena de campañas, el arquero Hugo Lloris, el defensor Raphaël Varane y el Balón de Oro reinante, Karim Benzema.
Les Bleus también lamentan desde hace tiempo las ausencias de los experimentados volantes Paul Pogba y N’Golo Kanté, lo cual deja a la dupla Mbappé-Griezmann como la más adecuada para empujar a la escuadra, en lo futbolístico y en lo anímico.
La misión no es sencilla, conducir a Francia primero a la cima de Europa el año próximo en tierras germanas, título esquivo desde el 2000, y después a recuperar la corona mundial en 2026 en Norteamérica, copa conquistada en Rusia-2018, pero cedida frente a la Argentina de Lionel Messi en Qatar-2022.
En suelo galo tiene una buena acogida la designación de Mbappé como capitán en el comienzo de la nueva etapa de la selección, con el valor añadido de la eventual presencia del atacante parisino en el equipo a los Juegos Olímpicos de París-2024.
“Kiki” o “Donatello”, como le llaman cariñosamente, pasa por un momento complicado en lo colectivo, tras la eliminación del PSG el 8 de marzo de la Liga de Campeones en los octavos de final por el Bayern Múnich, frustrando una vez más el sueño de levantar una copa “Orejona”.
Sin embargo, el convocado 66 veces y autor de 36 goles con Les Bleus sigue brillando en lo individual, al punto de que encabeza con 19 los artilleros de la Ligue1 y aspira a lograr el quinto título de goleo en fila, con el que igualaría la hazaña de Jean-Pierre Papin entre la temporada de 1987-88 y la de 1991-92.
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