En una reunión extraordinaria la víspera, la bancada decidió sacar del cargo a Osorio quien mantiene discrepancias muy serias con el presidente nacional del PRI, diputado Alejandro Moreno, a quien acusa de manipular los estatutos del partido hasta violarlo, a fin de mantenerse en el cargo a pesar de que concluye este año.
También lo acusa de inmiscuirse en su condición de dirigente máximo del partido en los asuntos de la bancada, lo cual no le corresponde, e incluso de irrumpir en una reunión a la cual no estaba invitado.
Los seguidores de Moreno en el PRI desmintieron que fuera así y acusaron a su vez a Osorio de aspiraciones en la dirección del partido junto a otros afiliados que consideran no debería haber una prórroga en el mando.
Moreno, por su parte, minimizó la crisis dentro de la agrupación, descartó que se trate de un cisma, que el cambio de coordinador en el legislativo es algo común para todos los partidos y es bueno que eso suceda para el mejor funcionamiento de las bancadas.
Osorio, por su parte, calificó su remoción de la coordinación de la bancada senatorial de maniobras instrumentadas por Moreno, Añore, y su colega Mario Zamora.
En conferencia de prensa, después de la reunión, comentó que no va a dejar el PRI como le encantaría a Morales, pero si la bancada del tricolor, y por lo pronto saldrá de esta y se mantendrá como senador independiente, aunque no precisó si se integrará al también opositor Movimiento Ciudadano.
Pero al mismo tiempo aclaró que tampoco dejará los recursos legales que ha interpuesto en contra de la intención de Moreno Cárdenas de prolongar su permanencia en el PRI, aparte de que asistió a la reunión con dos notarios para que tomaran cuenta de la ilegalidad de la convocatoria.
El líder partidista descartó que con la salida de Osorio haya una crisis interna y que no se trató de alguna decisión del PRI, sino de los senadores que están en su derecho de hacerlo y que la dirigencia nacional acata lo que la bancada decidió pues está en su justo derecho.
Morales trató de descargar la atmósfera pues el PRI está en momentos decisivos en su campaña para tratar de sostener las gubernaturas de los estados de México y Coahuila que se las jugarán en las elecciones locales del 4 de junio próximo donde, además del gobernador, se elegirán las curules de las asambleas y diputaciones.
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