Las televisoras reportaron concentraciones a lo largo y ancho de este país para patentizar su oposición al plan oficialista, que restringiría la capacidad del Tribunal Supremo para rechazar leyes al permitirle al Parlamento volver a legislar normativas impugnadas por ese órgano.
Según la radioemisora Arutz Sheva, en la sureña ciudad de Ashdod los manifestantes quemaron neumáticos para bloquear la entrada al puerto. También se informaron de numerosas carreteras cortadas por las protestas, que se efectúan desde hace semanas.
Grupos de contestatarios se reunieron también frente a la vivienda de Netanyahu en la ciudad de Caesaria, de la residencia oficial del Primer Ministro en Jerusalén, de la sede de la Knesset (Parlamento) y del Aeropuerto Internacional Ben Gurion.
Además, se concentraron para protestar cerca de las viviendas de varios ministros y dirigentes de los partidos que apoyan al jefe de Gobierno, entre ellos el titular de Educación, Yoav Kisch.
En esta capital, trabajadores del sector de alta tecnología bloquearon la céntrica calle Kaplan.
Desde su anuncio, la reforma generó intensas críticas públicas y una feroz oposición en la nación, donde son sistemáticas las protestas masivas en medio de las advertencias de economistas, profesionales del derecho, académicos y funcionarios de seguridad
Empresarios, estudiantes, políticos, trabajadores de diversos sectores y hasta militares en activo criticaron la normativa, defendida por la derecha y sectores conservadores.
Israel se encamina hacia una guerra civil, alertó días atrás el político y exministro de Defensa Benny Gantz.
Precisamente, una encuesta divulgada por el Canal 13 reveló que el 58 por ciento de los israelíes estima posible el inicio de una guerra civil o de enfrentamientos violentos en el país debido a la polarización causada por la iniciativa, en tanto 31 por ciento de los interrogados desestimó el peligro.
mem/rob