La directiva dijo que ello ha permitido reducir las importaciones de energía eléctrica desde Brasil, que resulta más económico que encender las centrales térmicas con combustibles fósiles.
Se han mejorado muy poco los embalses aún porque hay todo un proceso para que el agua llegue a las represas, apuntó.
Hoy estamos en una situación muy baja, a menos de seis metros de lo que es la cota habitual, sobre todo en la presa de Rincón del Bonete, dijo Emaldi al diario Subrayado.
Acotó que en el litoral la presa de Salto Grande comenzó a producir energía a mejor ritmo, luego de beneficiarse con las últimas precipitaciones.
La presidenta de UTE explicó que para las operaciones de las termoeléctricas se han gastado unos 60 millones de dólares en combustibles, de un plan de 200 millones de dólares anuales.
“Estamos dentro de lo planificado”, aseguró.
La generación de energía hidráulica representa casi el 50 por ciento de la producción de Uruguay en épocas normales de lluvia. En los últimos meses bajó a menos de la mitad.
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