En las últimas horas circuló un audio obtenido por medios como el diario Le Monde en el cual se escucha a miembros de un grupo de élite antidisturbios amenazar a jóvenes con mandarlos al hospital, en un escenario de creciente tensión por las movilizaciones y huelgas en rechazo a una reforma ya adoptada y sin voto parlamentario.
La víspera, el prefecto de la Policía de París, Laurent Nuñez, anunció que trasladó el caso en cuestión a la Inspección General de la Policía Nacional, un órgano de control interno que ya había sido convocado por la autoridad después de la divulgación de un video de un agente golpeando a un manifestante.
Estoy consternado, son declaraciones graves que plantean un problema ético muy serio, reconoció Nuñez al canal France 5.
También ayer, la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, expresó en un comunicado preocupación por el uso excesivo de la fuerza por autoridades francesas contra manifestantes y llamó al Gobierno a respetar el derecho a la protesta.
Mijatovic mencionó incidentes en los cuales policías y gendarmes fueron blanco de ataques por algunas personas; sin embargo, aclaró que la violencia esporádica y otros actos reprochables cometidos durante marchas no justifican el uso excesivo de la fuerza por agentes del Estado.
Este sábado, la prensa se hace eco de la denuncia de un trabajador ferroviario, quien el jueves durante una manifestación habría sufrido las consecuencias del lanzamiento de una granada de “descerco”, causándole la pérdida de la visión de un ojo.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, defendió el viernes a los policías y gendarmes ante lo que calificó de acciones inaceptables de algunas personas, a las que enmarcó en la extrema izquierda y los sembradores del caos.
Según el titular, las agresiones incluyen piedras, cócteles Molotov y artefactos pirotécnicos, con más de 400 uniformados heridos en los últimos días, buena parte de ellos durante las protestas y los disturbios nocturnos del jueves.
Para hoy fueron convocadas marchas locales para continuar el movimiento que exige al presidente Emmanuel Macron retirar la reforma de la jubilación.
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