Para ello, el ICE anunció que abrirá en abril venidero el concurso para la compra de un bloque superior a 100 megavatios de energía solar (entre 2024 y 2025), y en los próximos días se presentará el bloque de energía eólica –de 40 megavatios para 2025–, así como la invitación para analizar proyectos que aprovechen los desechos sólidos municipales.
Desde 2015, Costa Rica produce más del 98 por ciento de la energía que consume anualmente a partir de fuentes renovables, hecho que la convierte en uno de los pocos países del mundo con esa alta generación eléctrica con muy poco empleo de combustibles fósiles.
De otro lado, el PEG 2022-2040 prevé la entrada en operación del Proyecto Hidroeléctrico Fourth Cliff en 2030 y del Proyecto Geotérmico Borinquen II en 2032, junto con 300 megavatios en baterías y la inclusión de plantas privadas como candidatas.
El gerente de Electricidad del ICE, Roberto Quirós, aseguró que el PEG 2022-2040 plantea un importante plan de modernización de hidroeléctricas y geotérmicas, que busca garantizar la vida útil de estas plantas propiedad del ICE, y mencionó al respecto las estaciones Cachí, Arenal y Dengo, así como Miravalles I y II.
«Como acostumbra el Instituto lo haremos de forma planificada y garantizando la satisfacción de la demanda», subrayó Quirós.
Para el ICE, el PEG 2022-2040 garantiza el equilibrio económico entre la oferta y la demanda de electricidad en el corto y el largo plazo, basado en fuentes renovables nacionales.
Asimismo, estima que para 2040, Costa Rica posea una capacidad instalada de cinco mil 637 megavatios/hora, es decir, cerca de dos mil 155 megavatios adicionales a la actual, además de una producción bruta de 15 mil 703 gigavatios anuales, cerca de tres mil 163 más que en 2021.
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