El obrero daba mantenimiento a las vías durante el siniestro que provocó heridas a treinta personas, según la prensa local.
Aún existe incertidumbre sobre las causas del accidente en el pueblo de Voorschoten, en el oeste del país, de acuerdo con las primeras declaraciones oficiales.
El incidente involucró a un tren interurbano de la compañía ferroviaria NS y otro de carga que chocaron con una grúa de construcción fuera de servicio, anclada en la zona, según John Voppen, director ejecutivo de ProRail, empresa que gestiona la infraestructura ferroviaria.
Las primeras pesquisas sugieren que el tren de carga chocó primero contra la grúa, provocando su salida de la vía y posterior colisión contra otro ferrocarril de pasajeros
que se dirigía de Leiden hacia La Haya con algo más de medio centenar de personas a bordo.
El ministro de Transporte y Obras Públicas, Mark Harbers, calificó el accidente de “terrible”, mientras el primer ministro, Mark Rutte, lamentó las pérdidas y envió condolencias a los familiares de la víctima fatal.
Este hecho es el más grave ocurrido en años aquí, donde las colisiones de trenes que causan muertes o múltiples heridos son muy raras, y generalmente se limitan a incidentes en los pasos a nivel, según las autoridades.
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