De acuerdo con el líder de uno de los sindicatos más grandes de Francia, el jefe de Estado optó por el camino del no apaciguamiento de la cólera, con su rápida promulgación de una reforma que mantiene movilizados a los gremios en un rechazo casi unánime a la extensión de la edad de retiro de 62 a 64 años.
Muestra desprecio hacia el mundo del trabajo y una desconexión de la realidad, dijo Berger en una entrevista con el diario Le Parisien, un día después de la publicación en el Diario Oficial de la República de los cambios en el sistema de la jubilación.
El viernes, el Consejo Constitucional validó en su esencia la reforma, decisión tras la cual los sindicatos instaron a Macron a no promulgarla y adelantaron que de hacerlo, mantendrían las protestas y huelgas.
En algún momento de la noche de ese día, el mandatario promulgó la iniciativa, también denunciada por aumentar a 43 años el período de cotizaciones y eliminar regímenes especiales de retiro.
Ante la postura del Gobierno, el dirigente de la CFDT expresó su deseo de que el primero de mayo, el Día Internacional de los Trabajadores, las manifestaciones sean masivas.
A juicio de Berger, el presidente francés actúa bajo la lógica de una secuencia política, ignorando que la vida de las personas no se adapta a la misma.
Macron pidió a los actores sociales pasar la página y desarrollar un diálogo sobre otros temas.
En ese sentido, invitó a los gremios al Palacio del Elíseo la semana entrante, propuesta rechazada.
La intersindical acordó reunirse mañana para definir sus próximas acciones, pero ya la Confederación General del Trabajo (CGT) convocó a la movilización el 20 y el 28 de abril, y obreros ferroviarios llamaron a una jornada de cólera el jueves.
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