Un reporte del Ministerio de la Agricultura de esta nación (Minag) explicó que tal alianza con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) beneficia tales territorios y apunta a la solución de muchos problemas.
Señala el mensaje que siete municipios cubanos altamente vulnerables al cambio climático reportan acciones de ese tipo con la adquisición de maquinarias y tecnologías agrícolas para la restauración de 35 mil hectáreas de tierras degradadas.
Tal solución forma parte del proyecto Resiliencia climática en ecosistemas agrícolas de Cuba (IRES), iniciado en 2020 y que se ejecutará hasta el 2027. Dicho programa incluye las gestiones del Minag, la FAO y el Fondo Verde para el Clima, insistió el documento.
Con el propósito de incrementar la resiliencia al cambio climático y apoyar la producción local de alimentos, el proyecto entregó hasta el momento en los territorios tres tractores forestales RT 400 con sus accesorios para el desbroce de marabú e incorporación al suelo de materia vegetal.
A tal lote se agregan 14 tractores, 70 motosierras, cuatro arados y 100 módulos de 11 herramientas agrícolas manuales. La acción favorece a unidades productivas estatales, cooperativas y agricultores, responsables de garantizar la implementación de las actividades previstas.
IRES trabaja en la implementación de sistemas forestales, agroforestales y silvopastoriles, que combinan la siembra de especies forestales, frutales, forrajeras, pastos, cultivos varios, árboles de sombra y otros que estimulan la producción de alimentos, carnes y leche.
Ello ocurre en los territorios de Los Arabos (Matanzas), Santo Domingo, Quemado de Güines y Corralillo (Villa Clara), y Jobabo, Amancio Rodríguez y Colombia (Las Tunas).
Según informes de cooperación de la FAO en Cuba, de 2021 a 2023 el proyecto avanzó en la restauración de más de dos mil 600 hectáreas de tierras degradadas e infestadas de marabú en la que se inició la implementación de módulos forestales, agroforestales y silvopastoriles.
Asimismo, se estimó la reducción de alrededor de 130 mil 384 toneladas de emisiones de dióxido de carbono equivalente a la atmósfera.
En 2023, se espera la entrada de otro grupo de tractores, motosierras y arados, además de recursos como sembradoras de tracción animal, molinos forrajeros eléctricos, remolques agrícolas, desbrozadoras, y nuevos módulos de herramientas compuestos por machetes, tijeras de podar, carretillas, rastrillos, martillos, mandarrias, azadas, palas, y pinzas para alambre.
Más de 100 operarios ya fueron entrenados en el funcionamiento de las maquinarias, incluyendo 20 mujeres.
Asimismo, como parte del fortalecimiento de las capacidades institucionales y técnicas de IRES, se identificaron y se encuentran operativas 12 fincas-escuelas que serán consolidadas con medios de aprendizajes y mobiliarios.
Relata el texto que se capacitaron dos mil productores, en particular 684 mujeres y 211 extensionistas, técnicos agrícolas y líderes de cooperativas.
Además, un grupo de personas fueron preparadas en planificación y toma de decisiones locales, género, agroturismo, bioenergía, transformación comunitaria y permacultura. El conjunto de especialistas llegó a 148, entre decisores, actores de gobiernos municipales y del Minag.
Con un monto de 38,2 millones de dólares, IRES es el primer proyecto aprobado por el Fondo Verde en Cuba y la cuarta iniciativa diseñada por la FAO en América Latina y el Caribe.
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