Según declaraciones de la policía local, siete personas fallecieron en el lugar y otras dos en el hospital, mientras tres heridos se encuentran en estado crítico.
De acuerdo con CBS News, las víctimas de disparos tienen entre cinco y 61 años de edad.
El jefe de policía de Allen, Brian E. Harvey, extendió las condolencias a las familias e informó que los agentes del orden “neutralizaron» al sospechoso, que también murió en el ataque.
“Esto es una tragedia. La gente estará buscando respuestas. Y simplemente lamentamos que esas familias estén experimentando esa pérdida”, expresó Harvey, citado en The Hill.
Las autoridades se negaron a proporcionar más detalles o responder preguntas, pero agentes del FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego pidieron a cualquiera que tenga un video del tiroteo en un teléfono celular que se comunique con ellos.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, manifestó que ha estado en contacto con funcionarios estatales y locales para ofrecer «el apoyo total del estado de Texas» y «garantizar que toda la asistencia y los recursos necesarios se implementen rápidamente».
“Nuestros corazones están con la gente de Allen, Texas durante esta tragedia indescriptible”, agregó Abbott.
Un funcionario de la Casa Blanca confirmó a CBS News que el presidente Joe Biden había sido informado sobre el tiroteo y estaba monitoreando la situación.
Este es el tercer tiroteo reportado este fin de semana, pues el viernes en la noche ocurrieron dos con víctimas fatales, uno Texas y otro en Misisipi.
Las cifras de la violencia armada parecen indetenibles en Estados Unidos, donde en apenas tres meses y medio desde que comenzó el año ocurrieron casi 160 tiroteos masivos, de acuerdo con el Gun Violence Archive (Archivo de la Violencia Armada).
Una encuesta de Kaiser Family Foundation reveló que la preocupación y el miedo por la violencia armada son generalizados en Estados Unidos, pues la mayoría de las familias fueron afectadas por un incidente relacionado con esos artefactos.
Las estadísticas muestran que uno de cada cinco adultos ha tenido un allegado muerto por un arma, incluso en homicidio y suicidio, reportó la cadena CNN al advertir que estas tendencias letales son parte de una epidemia de violencia que vive el país.
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