En el Instituto Cervantes de París, alrededor de una decena de propuestas en diversos formatos del artista plástico nutren la exposición colectiva Lo Intangible de lo propio, una de las actividades con las que comenzó ayer la décima edición de las semanas dedicadas a resaltar la riqueza cultural y la vida política, económica y social de la región latinoamericana y caribeña.
La alegría de existir, y más en estos tiempos que vivimos de tanta complejidad, así definió Rivero el mensaje de sus propuestas al dialogar con Prensa Latina.
De acuerdo con el creador, le complace mediante sus cuadros trasladar alegría a otros, a partir de la hermosa asunción de que esta puede ser contagiosa.
Respecto a la oportunidad de compartir espacios con otros pintores y fotógrafos latinoamericanos, la calificó de muy agradable.
Es un momento de encuentro entre compatriotas de la América Latina y del Caribe, dijo el artista, uno de los primeros cubanos residentes en Francia en recibir, en 2014, la medalla del Senado por aportar desde su labor al fortalecimiento de los vínculos franco-cubanos.
Al abundar acerca de la muestra colectiva inaugurada ayer en el Instituto Cervantes de París, Rivero explicó que permite una aproximación a su carrera, marcada por la diversidad de formatos.
Soy una persona inquieta, no me gusta tomar una sola vía, así que voy descubriendo el camino, por eso en la exposición hay pintura sobre tela, serigrafía, collage y ensamblaje sobre madera, subrayó.
Diplomáticos y artistas de Bolivia, Cuba, Ecuador y Perú coincidieron ayer en celebrar el espacio que representa la décima edición de las Semanas de América Latina y el Caribe en Francia para estrechar lazos y apuntar hacia la unidad regional.
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