El documento, realizado conjuntamente por las organizaciones BELRefugees, WAX, Humanitarian HUB, Médicos del Mundo y Vluchtelingenwerk Vlaanderen, entre otras, resaltó la crisis de recepción de migrantes existente en el país.
Las cifras mostraron que tres mil 171 solicitantes de asilo que aún esperan ser atendidos por Fedasil, la agencia encargada de administrar los centros de refugiados, se ven obligados a sobrevivir en condiciones precarias en las calles.
Según el informe, existe un número creciente de trastornos psicóticos, estrés postraumático y depresión, así como enfermedades potencialmente epidémicas entre estas personas varadas.
La cantidad de solicitantes de asilo que recibieron servicios de salud mental por parte de la rama belga de Médicos Sin Fronteras aumentó del cinco al 84 por ciento, entre marzo de 2022 y 2023.
De acuerdo a especialistas locales, la larga crisis de recepción en el país europeo se debe a la falta de albergues para solicitantes de asilo, por lo cual el Gobierno se ha visto envuelto en fuertes críticas.
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