Una nota publicada en el sitio oficial de la Presidencia del Consejo de Ministros, destaca el llamado de la mandataria a que “todas las partes involucradas den un paso atrás de inmediato para bajar tensiones” luego del choque el lunes último entre miembros de la comunidad serbia y efectivos de la misión de la OTAN en la región de Kosovo (KFOR).
Los serbios realizaban una protesta frente a un edificio municipal contra recientes elecciones para autoridades locales, boicoteadas por esa comunidad y ganadas por candidatos albaneses, cuando el de la KFOR, fuerza actualmente comandada por el general de división italiano Angelo Michele Ristuccia, trataron de desalojarlos del lugar.
El máximo dirigente del partido Lista Serbia, Igor Simich, pidió a los participantes en la protesta realizar una sentada con las manos alzadas para mostrar el carácter pacífico de la demostración, afirmó el diario Vecherni Novosti.
Sin embargo, los integrantes de las fuerzas de la alianza atlántica, que se instalaron en Kosovo en 1999, tras el fin de los bombardeos ilegítimos de ese bloque contra la entonces Federación Yugoslava, arremetieron contra Simich y lo detuvieron, lo que desencadenó el altercado, señala esa fuente.
En el encuentro resultaron heridos unos 50 serbios así como 30 efectivos de la KFOR, entre ellos 19 soldados húngaros y 11 italianos, ninguno en estado grave.
Los alcaldes albaneses, a los que los manifestantes consideran ilegítimos, fueron nombrados tras las elecciones locales organizadas por las autoridades kosovares el pasado 23 de abril en municipios mayoritariamente poblados por serbios.
Estos últimos boicotearon ampliamente el escrutinio, pues sólo participaron unos mil 500 votantes de los cerca de 45 mil censados, y tras la imposición de los mismos las manifestaciones continúan, por lo que se teme que en los próximos días se registren nuevas confrontaciones violentas entre ambas partes.
En medio de esa situación, el presidente serbio, Alexander Vucic, cuyo gobierno defiende la jurisdicción sobre Kosovo, que considera como su provincia, puso en estado de máxima alerta a las fuerzas armadas y trasladó a parte de ellas al límite con esa región.
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