Fue una estimación de la administración de Obras Sanitarias del Estado (OSE) expresada al Comité Departamental de Emergencia capitalino en reunión de emergencia.
OSE informó también que detectó un incremento de cloruros y sodio que podría implicar la necesidad de un nuevo cambio en la mezcla de la toma de agua que hace esa entidad pública para poder mantener el suministro del vital líquido.
Según Obras Sanitarias del Estado las lluvias del pasado fin de semana consiguieron detener la merma en el embalse de San Severino, pero si no llueve habría para 20 días más, subrayó Lorenzo.
Ante la crisis OSE comenzó a tomar agua en fuentes más cercanas al Río de la Plata y mezclarla con la de San Severino, que es dulce y ello implica aumento de la salinidad.
El agua que sale por los grifos no es potable, pero bebible, definió el ministro de Ambiente, Robert Bouvier.
Hay inversiones en camino y el Gobierno reparte agua embotellada en hospitales y escuelas, mientras se estudian planes para importarla.
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