“Actualmente es bastante difícil planificar algunas cuestiones de la economía con perspectivas de 15 a 20 años. Sin embargo, el desarrollo tecnológico, la construcción de infraestructura y la reorientación hacia el mercado de China es una tendencia sostenible”, explicó Reshétnikov.
De acuerdo con este alto funcionario, existen dos principios característicos de la gestión económica aplicada por China: uno de ellos es la planificación a largo plazo.
“El segundo principio es el seguimiento de la demanda, cuando se constata una recesión del consumo, tanto en la población como en el sector empresarial, las autoridades chinas reaccionan con prontitud para compensarla a costa del presupuesto”, detalló el ministro.
Según Reshétnikov, el ministerio posee menos miedo al solicitar fondos prestados, “empezamos a utilizar mucho más el déficit presupuestario como instrumento de desarrollo económico”, agregó.
jha/hoo