Debido a las riadas, provocadas por más de 12 horas continuas de lluvias, miles de familias lo perdieron todo y por eso instituciones públicas y privadas organizan la recepción de insumos para los damnificados, mayormente personas de bajos recursos.
La prefectura de Pichincha y la alcaldía de Quito anunciaron que los interesados en ayudar pueden llevar sus contribuciones a diferentes puntos de la capital, entre ellos la Plaza de la República, en el centro de la ciudad.
El Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, el Comité Empresarial Ecuatoriano, entre otras instituciones se ofrecieron también a acopiar los materiales para luego trasladarlos hasta Esmeraldas.
Este territorio vive hoy una tragedia, que se suma a los problemas ya existentes allí de pobreza e inseguridad.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el 50,2 por ciento de la población de esa provincia está en situación de pobreza, pues uno de cada dos habitantes vive con menos de 2,96 dólares al día.
Varios esmeraldeños reclamaron al presidente Guillermo Lasso por la falta de ayuda tras las inundaciones.
El mandatario anunció que varios camiones iban hacia allá con insumos como vituallas, camas, colchones, toldos, alimentos y agua, entre otros productos necesarios para atender la emergencia.
Sin embargo, familias afectadas todavía esperan esas contribuciones, según declararon a medios de prensa locales.
Dos días después de las intensas lluvias que desbordaron seis ríos, en algunos lugares las personas siguen con sus viviendas inundadas y mucho lodo por todas partes.
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