Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, el vicecanciller Ma Zhaoxu y Yang Tao, director general del departamento de Norteamérica y Oceanía, recibieron por separado a Daniel Kritenbrink, subsecretario de Estado para Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico; y a Sarah Beran, directora sénior del Consejo de Seguridad Nacional para Asuntos de China y Taiwán.
Ese despacho indicó en un breve comunicado que se trató de otro espacio para promover el manejo apropiado de las diferencias, tal y como acordaron los presidentes cuando hablaron en Indonesia el año pasado.
La parte china –añadió- recalcó la posición sobre el tema Taiwán y otros asuntos importantes, mientras consensuó con los interlocutores mantener la comunicación.
Una declaración similar la publicó Estados Unidos al reportar los encuentros celebrados este lunes en Beijing y en el contexto de tensiones renovadas en el campo militar y por los contactos oficiales de Washington y Taipéi.
Si bien las dos potencias están inmersas en normalizar las interacciones de alto nivel, persisten los roces peligrosos y continúan sin dejar atrás los escollos que obstruyen el desarrollo sano y estable de sus relaciones.
Por ejemplo en lo militar, en los últimos días China rechazó una solicitud de Estados Unidos para que los jefes de Defensa se reunieran durante un foro regional de seguridad en Singapur y además se avivaron las tensiones por su forma de interceptar un buque norteamericano en el estrecho de Taiwán.
Mientras en lo mercantil, los ministerios de Comercio y Relaciones Exteriores del gigante asiático rechazaron la firma de un pacto entre Washington y Taipéi, exigieron el fin de todos sus contactos y recalcaron la soberanía sobre la isla.
“Urgimos a Estados Unidos apegarse al principio de Una sola China y los tres comunicados conjuntos, manejar con prudencia los lazos económicos y comerciales, y cesar cualquier forma de intercambio oficial con Taiwán”, enfatizó el de Comercio.
De igual manera, la Cancillería llamó a la Casa Blanca a revocar el convenio y denunció que se trata de otra acción alentada por una agenda separatista, porque las autoridades de la isla la “están ofreciendo en bandeja”.
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