«Juntos, construimos la planta más moderna de UPM en el mundo. Juntos crecimos, aprendimos y elevamos estándares de la mano de cientos de pequeñas y medianas empresas», escribió la cuenta oficial de Twitter de la sucursal uruguaya de la compañía finesa.
La planta conocida como UPM II, está ubicada en Pueblo Centenario, en el departamento de Durazno, en el centro de este país sudamericano, y une su producción a otra fábrica de la empresa europea ubicada en el departamento de Rio Negro, en el centro oeste.
La nueva fábrica produce desde el pasado 14 de abril, tras tres años de construcción y una inversión total de cerca de tres mil 500 millones de dólares.
Incluyó una terminal portuaria de aguas profundas en Montevideo, la construcción de un tercer vivero de eucaliptus de la compañía, e inversiones en infraestructura e instalaciones locales en el interior del país.
El complejo industrial tiene una capacidad anual de producción de 2,1 millones de toneladas anuales de celulosa de eucaliptus, que será trasladada en el nuevo Ferrocarril Central hacia Montevideo, una obra por finalizar.
Mientras tanto, la carga para exportar se moverá en 200 camiones que cada día la llevarán a la rada montevideana.
En la inauguración de la fábrica estaban también representantes del último gobierno del Frente Amplio, que negoció el proceso inversionista con el consorcio finlandés, entre los más importantes del mundo en producción de celulosa y materia forestal.
El presidente Lacalle Pou en su discurso dejó abierta la puerta a nuevos emprendimientos conjuntos, y aseguró que la planta y su proceso productivo cumplen con la preservación del medio ambiente.
La celulosa se ha ido consolidando como uno de los principales productos de exportación de Uruguay.
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