De acuerdo con el estudio, divulgado este martes en el sitio oficial de ese organismo, este escenario de proyección se basa “en hipótesis favorables sobre la trayectoria de reducción de precios en los próximos meses y sobre la ejecución del plan de inversión pública programado para el bienio”.
De hecho, para 2024 también se valora que el PIB aumente 1,1 por ciento, aunque se aclara que el ritmo del incremento será más lento que el registrado en 2022.
El incremento del PIB estaría soportado principalmente por el aporte de la demanda interna neta de existencias, con un aumento de 1,0 puntos porcentuales en 2023 y del 0,9 por ciento en 2024, así como de la demanda exterior neta en porcentajes de 0,3 y 0,2 en cada año, respectivamente.
Los expertos del Istat valoran que las inversiones mantendrán altas tasas de crecimiento, en comparación con los demás componentes, de un 3,0 por ciento en 2023 y 2,0 puntos porcentuales en 2024, con una desaceleración en comparación con los dos años anteriores.
En el bienio previsto el empleo, medido en términos de unidades de trabajo (UTA), debe mostrar un crecimiento en línea con el del PIB de 1,2 y 1.0 puntos en 2023 y 2024, respectivamente, mientras que esta mejora irá acompañada de un descenso de la tasa de paro en porcentajes respectivos de 7,9 y 7,7 en cada uno de esos años.
Finalmente, los especialistas estiman que la baja de la inflación, se favorecerá por la caída de los precios de la energía y por las políticas restrictivas implementadas por los bancos centrales, que se reflejará en una reducción del gasto de los hogares de un 5,7 por ciento en el presente año y de 2,6 puntos porcentuales en 2024.
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