Según ese texto, el proyecto del ley modelo sobre los neuroderechos sancionada en el Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino) será enviado a cada uno de los congresos y asambleas nacionales para su tratamiento con el fin que sirva de marco jurídico.
La iniciativa detalla acciones para afrontar la evolución de la neurociencia, entre ellas la aplicación de prácticas no relacionadas directamente con la neurotecnología, como la hipnosis y la ejecución de programas de capacitación.
Al respecto, el secretario de Comisiones del Parlatino, senador mexicano Ricardo Velázquez, citó a Juan Carlos Araujo, experto en neurociencias, quien señaló que la evolución de la neurotecnología es imparable.
Araujo recordó que en las próximas décadas habrá dispositivos capaces de codificar la información del cerebro, amplificar los sentidos o modificar los recuerdos.
“La posibilidad de acceder a nuestra memoria puede ser una amenaza a la salud mental”, remarcó Velázquez.
Los derechos del cerebro (o neuroderechos) se pueden definir, recordó el Parlatino, “como un nuevo marco jurídico internacional de derechos humanos destinados específicamente a proteger el cerebro y su actividad a medida que se produzca avances en neurotecnología”.
Las recientes innovaciones en la neurotecnología y su implicación dentro de los sectores socioeconómicos, culturales, políticos, institucionales y legales, suponen un imperativo impostergable para la toma de medidas en la materia, precisa la norma.
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