De esa manera, según especialistas, el país evitó entrar en una recesión técnica, que se define como dos trimestres consecutivos en contracción, dado que durante el cuarto trimestre de 2022 la economía sudafricana se contrajo en un 1,1 por ciento.
Según Stats SA, la industria manufacturera nacional aumentó en un 1,5 por ciento en el periodo, aportando 0,2 puntos porcentuales al crecimiento del PIB.
La división de alimentos y bebidas del sector hizo la mayor contribución al aumento en el primer trimestre.
La de productos del petróleo, químicos, caucho y plásticos, agrega la fuente en su más reciente reporte, también contribuyó significativamente al crecimiento de esa industria.
De otro lado, las finanzas, bienes raíces y servicios empresariales aumentaron de conjunto un 0,6 por ciento en el primer trimestre, contribuyendo con 0,2 puntos porcentuales al PIB.
De otro lado, el gasto de consumo final de los hogares (HFCE) aumentó un 0,4 por ciento, aportando 0,3 punto porcentual al incremento total.
En ese punto, detalla Stats SA, los principales contribuyentes positivos fueron los gastos en restaurantes y hoteles, que aportaron 0,3 puntos porcentuales al PIB, la salud, transporte, y vestuario y calzado.
No obstante los indicadores positivos, analistas alertan que la economía sudafricana aún se encuentra bajo los efectos negativos de los cortes de electricidad nacionales, que no deberán solucionarse de forma estable a corto plazo.
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