El experto estuvo aquí para brindar varias conferencias científicas dirigidas al gremio médico sobre un tema novedoso y que entusiasma cada día más.
El experto en Medicina y Cirugía de la Universidad de Costa Rica y Master en VIH (Sida) de la Universidad Rey Juan Carlos de España, en entrevista con Prensa Latina abordó el concepto de la reducción del daño y cómo este se aplica en diferentes ámbitos de la vida cotidiana y en específico cómo se aplica para combatir los efectos del tabaquismo.
“Nosotros los que estudiamos medicina, y especialmente desde mi perspectiva como médico, aplicamos reducción de daños desde que entramos a la Escuela de Medicina. Es algo que siempre hicimos y para eso nos formaron”, explicó.
“El médico que diga que puede curar es muy ostentoso”, aseveró Rodríguez como parte de su explicación al referirse a enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes o el cáncer.
Consideró que frente a estas enfermedades que en estado avanzado son difíciles de curar, el papel de un médico es evitar que el paciente se complique por los efectos del padecimiento desde el punto de vista crónico.
Por ejemplo, apuntó, en un paciente hipertenso la recomendación para reducir el avance de la enfermedad es que deje de comer sal. Bajo la lógica del concepto de reducción de daños, el paciente no dejará de ser hipertenso, pero estaría evitando acelerar los efectos de la enfermedad crónica.
“Lo que hacemos los médicos, históricamente, es reducir el daño, buscar formas para que las enfermedades avancen lo menos rápido posible”, explicó.
El concepto de reducción de daños se aplica en innumerables situaciones de la vida cotidiana, desde pedir una bebida baja en azúcar para evitar que una enfermedad empeore, hasta usar un casco protector por parte de un motociclista o el cinturón de seguridad, que en principio no evitarán un accidente, pero si pueden reducir los eventuales daños físicos en una persona, agregó.
Otro claro ejemplo de reducción del daño que menciona el Dr. Rodríguez es el consumo del tabaco que, así como la industria de alimentos, las tabacaleras evolucionaron y se involucran en el concepto, buscando formas en que las personas que quieren seguir consumiendo tabaco tengan alternativas de menor daño.
En este sentido, precisó, es importante que se informe a los consumidores que hay otras opciones como por ejemplo el vapeo, los dispositivos que calientan tabaco, los chicles, los parches. Y aunque lo mejor es siempre dejar el tabaco y la nicotina por completo, el médico reconoce que estas alternativas son menos dañinas que el consumo de cigarrillos combustibles.
Rodríguez acentuó que al quemar el tabaco y generar humo es cuando se generan todas las partículas tóxicas causantes de múltiples enfermedades.
De acuerdo con el galeno, a nivel global hay mil 100 millones de fumadores en un mundo donde hay casi ocho mil millones de personas, esta es una de las principales razones del por qué deben tener acceso a la información.
“Importante que las personas también sepan que nosotros hablamos de productos que reducen el daño; sin embargo, no son libres de riesgo, eso hay que dejarlo claro. Así, algo saludable sería estar en un ambiente en donde ni siquiera exista emisión de gas o humo de vehículos”, señaló.
El Dr. Rodríguez resumió que su metodología está basada en la Educación de los Profesionales de la Salud, sumado a compartir información a la población y que, por supuesto, todo esté basado en evidencia científica.
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