Al actualizar a los medios sobre el impacto de la enfermedad, el funcionario reveló que hasta ahora al menos 32 personas han muerto por esa causa en Sudáfrica, la mayoría de ellas residentes del distrito de Hammanskraal, al norte de Pretoria.
Las pruebas realizadas en el sistema de suministro de agua de los grifos no muestran contaminación por cólera, agregó.
Actualmente, dijo, el número de pacientes que informan síntomas de cólera, según todos los indicios, ha comenzado a disminuir.
No obstante, agregó, los gobiernos nacionales, provinciales y locales aún deben determinar la fuente de primaria de la enfermedad.
Incluso si el agua del grifo no es la fuente del cólera, acotó Brink, el brote y la pérdida de vidas humanas ha puesto de relieve, como ningún otro evento anterior, la difícil situación de la gente de Hammanskraal, una localidad donde residen personas de bajos ingresos o muy pobres.
La víspera la central provincia Free State registró la segunda muerte relacionada con el cólera en esa demarcación, la segunda más afectada del país.
mem/mv
