Según Amund Wiek, Secretario de Estado del ministerio de Petróleo y Energía de Noruega, la minería en aguas profundas ayudará a la comunidad con el apuro de minerales y tierras raras para hacer una transición ecológica.
Medios en esta capital subrayan, que Oslo quiere comenzar a extraer metales en un área casi del tamaño de Alemania, y Noruega podría convertirse en el primer país en obtener los metales necesarios en la producción de baterías del fondo del mar.
Al mismo tiempo, según estimaciones aproximadas, en esta zona se pueden producir 38 millones de toneladas de cobre, así como yacimientos de cobalto, que se utilizan en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos.
También pueden existir metales de tierras raras como el neodimio y el disprosio, los cuales se utilizan en el montaje de vehículos eléctricos y aerogeneradores.
El ministerio de Energía de Noruega tiene la intención de presentar en el Parlamento un borrador dentro de las próximas dos semanas, que preverá la apertura de la zona marítima para la exploración y producción de recursos.
De acuerdo con el Tratado de Svalbard de 1920, Noruega tiene el derecho a dedicarse a la minería en Svalbard y en sus aguas territoriales.
Sin embargo, la Federación de Rusia, la UE y el Reino Unido discuten con Noruega sobre qué zona Oslo puede llevar a cabo este tipo de actividades, recuerdan los medios.
Mientras tanto, los planos actuales de Noruega para desarrollar la industria minera generan objeciones de pescadores y ambientalistas debido a la posible contaminación futura del mar.
Actualmente, las empresas mineras de China, Japón, Nueva Zelanda y Papua Nueva Guinea exploran formas de extraer metales de sus aguas territoriales.
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