Al filo de la medianoche, militares asaltaron la aldea de Rummana, al oeste de Jenin, una de las ciudades más castigadas por las operaciones castrenses desde principios del pasado año.
Decenas de personas sufrieron asfixias como resultado de los gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento lanzadas por los uniformados.
Los soldados también ingresaron a los vecinos poblados de Jalboun y Faqqu’a, precisó la agencia oficial de noticias Wafa.
En tanto, docenas de colonos israelíes dañaron numerosos automóviles palestinos en la entrada de la localidad de Yasouf.
Además, se reportaron actos vandálicos de esos grupos radicales en otras zonas de la Ribera Occidental.
El gobierno palestino responsabilizó la víspera al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por el aumento de los ataques de esas personas en los territorios ocupados y por la incitación de varios miembros de su gabinete a cometer crímenes.
Esas violaciones confirman la “política adoptada por el Ejecutivo de extrema derecha de Netanyahu y también son un reflejo directo de las campañas de incitación al asesinato de palestinos, especialmente por parte de extremistas racistas”, denunció la Cancillería en un comunicado.
La coalición gobernante israelí socava sistemáticamente cualquier esfuerzo regional e internacional para reiniciar el diálogo con el fin de resolver el conflicto, afirmó.
El Ministerio de Relaciones Exteriores también criticó las declaraciones de los ministros ultraderechistas Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir.
En otro comunicado el sábado, esa cartera calificó de aberrantes y genocidas las declaraciones de Ben Gvir, titular de Seguridad Nacional, quien llamó a lanzar una operación militar a gran escala en Cisjordania para “matar a miles de terroristas”.
La Cancillería afirmó que “esos comentarios reflejan el abyecto desprecio de Israel por las vidas de los palestinos y la cultura generalizada de impunidad con respecto a las vidas y los derechos de los palestinos”.
Acusado más de 50 veces y condenado ocho por disturbios, vandalismo e incitación al racismo, Ben Gvir es conocido por tener durante años en la sala de su casa una foto de Baruch Goldstein, quien asesinó a 29 palestinos en la Cueva de los Patriarcas en 1994.
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