Como en la legislatura saliente, 32 mujeres (el 20 por ciento) tendrán su asiento legislativo, ellas provenientes de 16 partidos, con el sorprendente movimiento Semilla encabezando la lista, al sumar 10.
Le sigue la bancada mayoritaria, del actual partido en el poder Vamos, con cinco espacios con féminas, mientras la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y la coalición Valor-Unionista tendrán cuatro, respectivamente.
La agrupación Nosotros tendrá a dos en sus curules y, por último, Bienestar Nacional (Bien), Visión con Valores (Viva), Elefante, Victoria, Winaq y VOS solo una.
Los únicos bloques que no lograron incorporar una mujer al Congreso fueron Azul, Cabal, Creo, Cambio y Todos.
En este país la reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos impulsó la igualdad de género en la postulación al Congreso, sin embargo, para su aprobación en 2016 descartaron este reclamo.
Guatemala se mantiene dentro de América Latina y el Caribe, junto a Brasil, como las dos naciones con los números más bajos de legisladoras, según documentos oficiales.
Los analistas advierten que ello evidencia no solo que las mujeres no están participando en las decisiones centrales de la política pública, sino que están ante «una democracia simulada».
La representación femenina en este ámbito tiene que ver, además de una cuestión de equilibrio e igualdad de oportunidades, con la necesidad de incorporar la perspectiva femenina en la comprensión política de los derechos, el desarrollo y la propia gobernanza.
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