Representantes de esas instituciones se reunieron este martes con el vicepresidente del Consejo Constitucional, Aldo Valle, para entregarle las conclusiones de un acucioso análisis sobre estas modificaciones al texto elaborado por una comisión de expertos.
“Hemos identificado, al menos, 11 líneas rojas. El traspaso de cualquiera de ellas implica un grave riesgo de regresión constitucional y democrática”, advierten los firmantes.
Añadieron que dichas enmiendas significan un retroceso en materia de derechos humanos, impunidad para los crímenes de lesa humanidad, precarización del trabajo, atentado a la libertad sindical y una severa limitación a la soberanía popular.
El debilitamiento deliberado de la educación, perpetuar la privatización de servicios de salud y pensiones, menoscabo a los derechos de las mujeres y regresiones en la protección del medioambiente, serían otras de las consecuencias.
Los centros firmantes del documento son Chile 21, Rumbo Colectivo, Horizonte Ciudadano, La Casa Común, Centro Democracia y Comunidad, Instituto Igualdad, Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, Nodo XXI y Fundación por la Democracia.
El Partido Republicano, junto con la derecha, tienen amplia mayoría en el Consejo Constitucional encargado de aprobar el proyecto de carta magna que reemplace a la vigente desde la dictadura y que será sometido a referendo el próximo 17 de diciembre.
La víspera, en un acto de homenaje al expresidente Salvador Allende, el secretario general del Partido Comunista de Chile, Lautaro Carmona, denunció que la ultraderecha hace uso abusivo de su mayoría en ese órgano.
Advirtió Carmona que si la propuesta de Constitución emanada de ese Consejo pasa por encima de los intereses del pueblo, sin dudas, será rechazada.
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