“La imposición de asedios que ponen en peligro la vida de los civiles y los privan de bienes esenciales para su supervivencia está prohibida por el Derecho Internacional Humanitario”, subrayó en un comunicado.
Israel lanzó bombardeos contra Gaza, uno de los territorios más densamente poblados del mundo, en los últimos días en respuesta a un sorpresivo ataque de la milicia Hamas el fin de semana, acciones que dejaron al menos mil 600 muertos a ambos lados de la frontera, la inmensa mayoría civiles.
Asimismo, el ministro de Defensa de Tel Aviv, Yoav Gallant, anunció la víspera el bloqueo total a la Franja, en la que se estiman en cerca de 200 mil las personas desplazadas por los bombardeos.
“Ni electricidad, ni agua, ni gas, todo está cerrado”, señaló Gallant en su mensaje en hebreo.
En este contexto, la Organización Mundial de la Salud demandó hoy la apertura de un corredor humanitario hacia la Franja de Gaza, medida que calificó de necesaria para el envío de productos médicos esenciales.
La reacción de Israel ante el ataque de Hamas, que ha provocado repudio mundial, genera preocupación y denuncias por apuntar a un castigo colectivo devenido en una práctica habitual contra el ocupado pueblo palestino.
Al respecto no pocos alertan del peligro de la interpretación de Tel Aviv al apoyo incondicional brindado por potencias como Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido, las cuales alegaron el derecho de Israel a la defensa, pero sin citar el escenario de la colonización, la ocupación y los atropellos sufridos por los palestinos durante décadas.
Diversas voces cuestionan el uso del término de terrorista para la acción ejecutada por Hamas y que no se llame terrorismo de Estado a los crímenes del ocupante, con un llamado a trabajar por el alto el fuego y por negociaciones que conduzcan a la solución de los dos Estados, uno palestino y otro israelí, conviviendo en paz y seguridad.
mem/wmr
