A través de diversas plataformas de internet, y al amparo de la política hostil de Estados Unidos contra la isla, prolifera en ese territorio la fauna de los autodenominados “activistas del anticomunismo” decididos a “pescar” incautos que acepten sus órdenes a cambio de retribución económica y otras promesas.
En fecha tan reciente como ayer sábado, la televisión cubana reveló un nuevo intento de realizar actos de naturaleza terrorista en suelo cubano, a través de una acción de infiltración de un sujeto en una moto acuática acondicionada para aumentar su navegabilidad.
Las autoridades cubanas ocuparon en el operativo de búsqueda pistolas de diferente calibre, cargadores y municiones.
De acuerdo con la investigación en curso, la persona en cuestión, un cubano radicado en Miami, penetró por la costa norte de la provincia de Matanzas (occidente), desde donde se trasladó hacia la provincia de Cienfuegos (centro sur), su territorio de origen.
Allí contactó con varias personas con el propósito de reclutarlas mediante el pago de tarifas por acciones específicas de propaganda, agresión a funcionarios públicos y actos de sabotaje.
Prácticamente todas las personas señaladas como organizadores de acciones de este tipo figuran en el listado publicado recientemente por Cuba de personas que han sido sometidas a investigaciones penales y son buscadas por las autoridades locales por su implicación en la promoción, planificación, organización y financiamiento de actos de esta naturaleza contra el país.
Algunos fueron juzgados en la isla por delitos como el robo violento, hurto y otros de tipo económico, y agresiones físicas que provocaron incluso la muerte de personas.
Las acciones de amedrentamiento y violencia no se circunscriben a territorio cubano; las misiones, personal diplomático, artistas, así como activistas de la solidaridad con Cuba en Estados Unidos y otras partes del mundo son objeto de ellas frente a la inacción de las autoridades locales.
A lo largo de seis décadas Cuba ha sido víctima de centenares de ataques con bomba a sus instalaciones, introducción de enfermedades, violación de sus costas y espacio aéreo, secuestro de embarcaciones, explosión en pleno vuelo de una nave de Cubana de Aviación, más de 600 intentos de magnicidio al líder de la Revolución Fidel Castro.
De acuerdo con cifras oficiales, esas acciones han provocado tres mil 478 muertos y dos mil 99 heridos, por los que uno de cada mil 972 habitantes en la isla ha sido víctima del terrorismo que con total impunidad se fragua desde territorio de Estados Unidos con base en Miami.
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