De acuerdo con las conclusiones del informe, tras una nueva encuesta a casi nueve mil trabajadores del sector, y publicadas por el sindicato Unison, existen serias preguntas sobre el estado general de las instalaciones del NHS y su posible impacto en la higiene y la seguridad.
Uno de cada seis encuestados informó haber visto plagas, incluidas ratas, en su lugar de trabajo durante el año pasado, mientras una proporción similar de entrevistados informó infestaciones de insectos como cucarachas, pececillos de plata y hormigas.
Por su parte, un miembro del personal que trabaja en el noroeste de Inglaterra contó que había cajas de cebo para roedores esparcidas por su hospital y que un desagüe con fugas causaba un olor desagradable.
Sin embargo, las ratas todavía entran en la habitación donde se almacenan los instrumentos y suministros esterilizados, indicó.
El sindicato médico sugiere que las condiciones de humedad y el constante deterioro podrían estar contribuyendo al aumento de plagas en los hospitales.
Además, el estudio reveló problemas de mantenimiento, mientras los trabajadores médicos informaron sobre fugas de aguas residuales, iluminación defectuosa, baños rotos y techos derrumbados.
La nueva encuesta también encontró que el 17 por ciento de los empleados no sienten que su edificio sea seguro.
Alrededor del 28 por ciento de los consultados dijeron que los baños públicos de sus hospitales estuvieron inservibles durante largos períodos de tiempo y la mitad de los ascensores no funcionan, mientras que el 27 por ciento expresó que la iluminación estaba defectuosa.
Helga Pyle, directora ejecutiva de salud de Unison, subrayó que la encuesta dibujó un panorama preocupante de un sistema del NHS que estaba a punto de colapsar y necesitaba una revisión importante.
Nadie debería tener que esquivar ratas, saltar sobre desagües ni tener cuidado con la caída de tejas del techo en los edificios del NHS. Lo último que quieren los pacientes o el personal es que haya alimañas, cucarachas y otras criaturas desagradables vagando por las salas», declaró.
Según ella, los gobiernos anteriores exageraron las promesas de construir nuevos hospitales y malgastaron el dinero destinado a mejorar el sistema de Salud británico.
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