“En una nación conocida en todo el mundo por proteger a su medio ambiente, para quienes intentamos defenderlo, se vuelve casi imposible hacerlo”, lamentó el experto ecologista Philippe Vangoidsenhoven sobre el hecho, localizado en la zona del Caribe Sur, según el periódico El Mundo.
El especialista en medio ambiente explicó que uno de los humedales afectados, propiedad estatal con medidas cautelares, sufrió acciones de chapeado y la reconstrucción de una cerca antes derribada, mientras el otro, ubicado en Playa Negra, presenta dragado de una quebrada en un terreno investigado por presunta tala.
Vangoidsenhoven cuestionó, además, la lentitud de la respuesta oficial, y lamentó que “después de tantos años de defensa de la biodiversidad, muchas veces las conclusiones toman años, y cuando por fin se logra algo, el humedal ya está destruido”.
La queja del estudioso alude a que reportó con suficiente antelación ambos casos ante las autoridades, «dada la importancia del monitoreo constante», pero estas incumplieron su promesa de enviar personal al sitio.
“Por eso –afirmó- siempre es mejor agarrarlos en el acto. Si yo hubiera visto gente chapeando, caigo con las autoridades, con la policía, y eso se detiene ahí mismo”.
Según el ambientalista, estos incidentes reflejan una problemática recurrente en el Caribe Sur del país, donde la tala indiscriminada, a veces con permisos cuestionables y otras sin ninguna autorización, fragmenta algunos terrenos para construir en ellos.
“La impotencia nace –subrayó Vangoidsenhoven- cuando uno se da cuenta solo después de que ya está hecho el daño”.
De acuerdo con el ambientalista, el chapeado y el dragado tienen graves consecuencias en los humedales costeros, el primero porque expone el suelo a la erosión, reduce la retención de agua y elimina hábitats, y, el segundo, porque altera el flujo hídrico y puede destruir zonas de reproducción de especies.
Ambas acciones del hombre –concluyó- comprometen la salud del ecosistema y los servicios ambientales que brindan.
Costa Rica cuenta con una enorme diversidad de humedales, incluidos manglares, pastos marinos y marismas, que cubren más de 300 mil hectáreas, mientras 12 de ellos fueron declarados como sitios Ramsar de importancia internacional, designados así por la Convención intergubernamental de igual nombre para la conservación y uso racional de los humedales.
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