La información la dieron a conocer los ministros del Interior, Armando Benedetti, y de Trabajo, Antonio Sanguino, quienes aseguraron en su presentación que el objetivo del proceso es garantizar mayores derechos y bienestar para la clase trabajadora.
En la boleta se optó por la elaboración de preguntas a las que los electores deberán votar Sí o No en cada una de ellas.
La primera de ellas inquiere acerca de si está de acuerdo con que el trabajo de día dure máximo ocho horas y sea entre las 6:00 y las 18:00, en tanto la segunda cuestiona sobre la pertinencia de pagar un recargo del 100 por ciento por la labor desempeñada en día de descanso, dominical o festivo.
También incluye temas referidos a la contratación de los jóvenes que estén asociados al Servicio Nacional de Aprendizaje, y a cuestiones referidas a los derechos laborales y de seguridad social de personas que trabajan para plataformas de reparto.
¿Está de acuerdo con establecer un régimen laboral especial para que los empresarios del campo garanticen los derechos laborales y el salario justo a los trabajadores agrarios?, reza otra de las preguntas.
Mientras, otra indaga sobre la estabilidad de la mano de obra mediante contratos a término indefinido como regla general.
El contenido de las restantes hace alusión asimismo a la ampliación de las posibilidades laborales para los discapacitados, el otorgamiento de créditos preferenciales para las micro, pequeña y medianas empresas, así como acerca de que los empleados informales sean formalizados o tengan acceso a la seguridad social.
Las autoridades remarcaron que la ciudadanía contribuyó con el envío de 20 mil propuestas de interrogantes al diseño del cuestionario, que se pondría a consideración del pueblo para promover aspectos clave de la Reforma Laboral, que se hundió en la Comisión Séptima del Senado el pasado 18 de marzo.
Durante la víspera, Petro afirmó que el próximo 1 de mayo acudirá personalmente al Senado, acompañado por una delegación, para radicar la boleta diseñada para el ejercicio de participación ciudadana con vistas a que comience en ese órgano su discusión.
Invitó entonces a la población a salir masivamente a las calles y a duplicar en todo el país las marchas ocurridas anteriormente.
“Estaré ese día en la Plaza de Bolívar (en el centro de Bogotá) y entraré en el Congreso para presentar personalmente con una delegación, lo más diversa posible, el texto al Senado y voy a sacar la espada de Bolívar”, comentó.
La celebración de una consulta popular debe recibir el visto bueno de la Plenaria del Senado, que tiene un mes para pronunciarse al respecto.
De resultar aprobado el ejercicio, el Gobierno cuenta con un periodo de tres meses como máximo para convocar a la ciudadanía a las urnas.
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