Un estudio de la consultora Deloitte avisó del desplome, al comparar dos pesquisas realizadas antes y después de que el Gobierno norteamericano anunciara los nuevos gravámenes el comercio internacional el pasado 2 de abril.
Los anuncios de Washington golpean a la economía nacional “en un momento difícil tras dos años de recesión”, dijo el economista jefe de Deloitte, Alexander Börsch, citado por la agencia germana de prensa DPA.
Según un análisis de S&P Global, la actividad empresarial en el sector privado volvió a contraerse este mes, debido a los problemas del sector servicios y la incertidumbre relacionada con el comercio.
El índice compuesto de gestores de compras HCOB de Alemania, elaborado por la firma, cayó a 49,7 en abril desde 51,3 en marzo, su punto más bajo desde diciembre y por debajo del umbral de 50,0 que separa el crecimiento de la contracción.
En opinión de especialistas, la rama manufacturera parece estar resistiendo mejor de lo previsto, a pesar de antiguas fisuras estructurales y de la decisión norteamericana de aplicar aranceles generales del 10 por ciento y del 25 por ciento sobre las importaciones de automóviles.
Mientras, la consultora Gallup estimó que muchos trabajadores están insatisfechos y se sienten estresados; solo un 45 por ciento mira el futuro con satisfacción y confianza, reportó este miércoles la DPA.
En una comparación europea, Alemania ocupa el puesto 21 en cuanto a satisfacción con la vida; a la cabeza están Finlandia (81 por ciento), Islandia (77), Dinamarca (77), Suecia (69) y los Países Bajos (69), precisó el anuncio.
“Los desarrollos políticos y económicos, así como el aumento del costo de vida afectan el ánimo. En la situación actual, parece predominar la resignación en lugar del entusiasmo”, explicó el experto de Gallup Marco Nink, citado por medio de prensa.
Al mismo tiempo, el nivel de estrés sigue siendo relativamente alto, alrededor de cuatro de cada diez trabajadores declararon sentirse así el día de la encuesta, abundó la fuente.
Los datos también muestran que la vinculación emocional con el trabajo en Alemania alcanza apenas un nueve por ciento y, al decir de Gallup, esto se traduce en una alta disposición a cambiar de empleo: el 39 por ciento de los trabajadores expresó el deseo de conseguir otra plaza.
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