Durante el tradicional sermón del viernes, la autoridad reclamó la necesidad de garantizar el regreso de los desplazados a sus aldeas tras la reconstrucción, y no responder a demandas externas y preocuparse por complacerlas.
La referencia chiita rechazó a quienes siembran una atmósfera de hostilidad hacia la Resistencia libanesa y la demonizan con repetidas mentiras, acusaciones vacías y dudas impulsadas desde el extranjero a través de medios falsos.
Más bien, estos intentos solo fortalecerán la firmeza y la adhesión del pueblo libanés a su patria, ejército y resistencia, que es el verdadero apoyo para disuadir la agresión, restaurar la tierra, hacer cumplir los acuerdos y garantizar una vida segura en las aldeas después de la reconstrucción, enfatizó.
En cuanto a hablar de desarme, Al-Khatib subrayó que es lenguaje de hostilidad, no de patriotismo, y una invitación al enemigo israelí a continuar su agresión.
A propósito, convocó a dejar este asunto para un diálogo sereno, lejos de la presión mediática y que la decisión sea nacional e integral, no una rendición a las exigencias extranjeras.
Para el dirigente, la credibilidad del gobierno reside en cumplir sus compromisos, no en suspender la reconstrucción hasta la retirada israelí.
Su declaración ministerial es clara, pero los pronunciamientos de algunos ministros no se alinean con ella y reflejan las políticas de sus partidos, no los intereses del pueblo, indicó.
Al-Khatib señaló que casi seis meses después del cese de la agresión israelí contra el país, ninguna de las obligaciones del gobierno se cumplieron.
El líder chiita llamó a restaurar el prestigio del Estado respetando su soberanía y disuadiendo cualquier transgresión extranjera.
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