Datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) citados por el canal Syria TV indicaron que hasta el 15 de mayo pasado un poco más de 501 mil refugiados sirios entraron al país a través de las fronteras con países vecinos.

En paralelo, retornó un millón 201 mil desplazados internos a sus lugares de origen, incluidos 345 mil procedentes de los campos de desplazados.

A pesar de este impulso en el movimiento de retorno, el Acnur advirtió que los retornados se enfrentan a condiciones complejas debido al continuo deterioro de los servicios básicos, la falta de infraestructura y el acceso limitado a la atención médica, la educación y el agua.

Aclaró que la estabilidad de estas poblaciones requiere una respuesta internacional urgente centrada en la reconstrucción local, brindar protección y facilitar los medios de vida, garantizar el retorno seguro, digno y sostenible de millones de personas agotadas por el desplazamiento prolongado.

Un informe de Acnur había señalado que el 55 por ciento de los refugiados no planea actualmente regresar, debido a la preocupación por la inseguridad y el continuo deterioro de las condiciones de vida, en particular la destrucción o pérdida de viviendas.

Sin embargo, el 88 por ciento de los refugiados que planean regresar en el plazo de un año informaron que regresarán a sus lugares de origen, en lugar de a lugares alternativos, impulsados por su deseo de contribuir a la reconstrucción de su patria y reconectarse con sus comunidades locales.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, había solicitado asistencia urgente a quienes regresan a Siria.

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