El Diego que conocí (+Fotos)
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La Habana, 26 nov (Prensa Latina) Compungido, triste y abatido estoy por la impactante noticia de este 25 de noviembre de 2020, referida a la desaparición física del futbolista admirado, del Diego que conocí muy de cerca en 1987 cuando vino a Cuba a recibir el premio de Mejor Deportista de América Latina, ganado en la encuesta anual de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina.

Precisamente, en ese polo turístico de sol y playa nos dio una entrevista exclusiva para la televisión cubana con el objetivo de contribuir a la promoción ý publicidad del fútbol en el ya incipiente movimiento de esta disciplina en la mayor isla de las Antillas.
Gracias al astro y al periodista Carlos Bonelli, quien lo acompañó, impartió un curso de actualización el director de la escuela de este deporte en la austral nación, José D'Amico (autorizó la edición de dos de sus folletos: El chico, el futbol, el aprendizaje y Consideraciones sobre los fundamentos del juego).
Asímismo, jugó en el país el afamado club Boca Junior con el legendario arquero Hugo Gatti bajo la conducción del técnico José Omar Pastoriza en 1988.
Así, entre gestos de cariño y acciones solidarias, se forjó la amistad de los cubanos con Maradona, cuyo sello de mayor trascendencia estuvo en el encuentro con nuestro máximo líder, el Atleta Mayor, Fidel Castro Ruz.
Desde aquel fraternal diálogo, se sucedieron diferentes visitas del Pibe de oro y una estancia prolongada de varios años en una oportunidad para atenderse problemas de salud, que le permitieron apreciar en toda su dimensión la realidad en el archipiélago.
Muchas veces Maradona levantó su voz para hablar con honestidad acerca de la educación de los niños y niñas en la isla, de la salud, de los logros deportivos y de la posición de principios esgrimida a través de los años por Fidel.
También el Pelusa compartió con apasionados de la disciplina en Santa Clara, municipio cabecera en la provincia Villa Clara, ubicada en la zona central de Cuba, e hizo lo propio en el Estadio Nacional Pedro Marrero, de La Habana.
En 2014, durante el desarrollo de la Copa Mundial de Brasil, en el Programa De Zurda, de la Corporación Televisiva Telesur, junto al comunicador argentino Víctor Hugo Morales, destacó los valores del pueblo cubano y el esfuerzo en construir una sociedad justa en medio de condiciones muy difíciles debido bloqueo del gobierno de Estados Unidos.
Tan arraigado quedó el terruño caribeño en los sentimientos de Diego Armando Maradona, que al iniciar De Zurda en la segunda temporada con miras a la Copa América de Chile, en 2015, las dos primeras grabaciones en torno a equipos de América del Sur, las anunció y realizó con Víctor Hugo Morales desde Cuba.

Bonita y sincera amistad tuvo con dos de nuestros más grandes exponentes del deporte: el inolvidable tricampeón olímpico y mundial de boxeo, Teófilo Stevenson, y el recordista del orbe en salto alto Javier Sotomayor, quien hace unas semanas felicitó a su amigo por las 60 primaveras, el 30 de octubre último.
Acaba de partir uno de los más grandes de todos los tiempos; el más sensible, humano y rebelde entre las leyendas de su deporte; protagonista del título Yo soy el Diego; hombre de ideas, de palabras y de acción; ídolo de multitudes; crítico de los dirigentes corruptos en el medio futbolístico local y mundial, y defensor de causas justas y de los jugadores profesionales en el orbe.
Se va una página indeleble del fútbol universal; el de 'la mano de Dios', monarca y principal figura de la Copa de la Federación Internacional de Futbol Asociación en México 1986; el amigo de Fidel Castro, Hugo Chávez, Daniel Ortega, Nicolás Maduro, Evo Morales, Néstor y Cristina de Kichner, Luis Inacio Lula da Silva, Rafael Correa, Dilma Rousseff, Alberto Fernández.
También fue fiel el hijo ilustre de Argentina a la amistad con Telesur, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y con la ciudad italiana que con su fútbol hizo resaltar en el mapa mundial, Nápoles. Gracias Diego por tanta alegría, por tanto amor. El mundo te venera. Desde Cuba un hasta siempre con las condolencias a la familia y a tu pueblo suramericano.
(*) Exguardamenta de la selección nacional y expresidente de la Asociación de Fútbol de Cuba (1987-1998).
agp/jpm/jfr
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Por José Francisco Reinoso Zayas (*)
La Habana, 26 nov (Prensa Latina) Compungido, triste y abatido estoy por la impactante noticia de este 25 de noviembre de 2020, referida a la desaparición física del futbolista admirado, del Diego que conocí muy de cerca en 1987 cuando vino a Cuba a recibir el premio de Mejor Deportista de América Latina, ganado en la encuesta anual de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina.
Entonces Diego Armando Maradona, con ese don de pueblo que lo caracterizaba, declaró a los medios de comunicación que estaba sorprendido de la recepción dada a él por mis compatriotas en hoteles y en las calles de La Habana, y en el balneario de Varadero, donde estuvo varios días.
Precisamente, en ese polo turístico de sol y playa nos dio una entrevista exclusiva para la televisión cubana con el objetivo de contribuir a la promoción ý publicidad del fútbol en el ya incipiente movimiento de esta disciplina en la mayor isla de las Antillas.
Gracias al astro y al periodista Carlos Bonelli, quien lo acompañó, impartió un curso de actualización el director de la escuela de este deporte en la austral nación, José D'Amico (autorizó la edición de dos de sus folletos: El chico, el futbol, el aprendizaje y Consideraciones sobre los fundamentos del juego).
Asímismo, jugó en el país el afamado club Boca Junior con el legendario arquero Hugo Gatti bajo la conducción del técnico José Omar Pastoriza en 1988.
Así, entre gestos de cariño y acciones solidarias, se forjó la amistad de los cubanos con Maradona, cuyo sello de mayor trascendencia estuvo en el encuentro con nuestro máximo líder, el Atleta Mayor, Fidel Castro Ruz.
Desde aquel fraternal diálogo, se sucedieron diferentes visitas del Pibe de oro y una estancia prolongada de varios años en una oportunidad para atenderse problemas de salud, que le permitieron apreciar en toda su dimensión la realidad en el archipiélago.
Muchas veces Maradona levantó su voz para hablar con honestidad acerca de la educación de los niños y niñas en la isla, de la salud, de los logros deportivos y de la posición de principios esgrimida a través de los años por Fidel.
También el Pelusa compartió con apasionados de la disciplina en Santa Clara, municipio cabecera en la provincia Villa Clara, ubicada en la zona central de Cuba, e hizo lo propio en el Estadio Nacional Pedro Marrero, de La Habana.
En 2014, durante el desarrollo de la Copa Mundial de Brasil, en el Programa De Zurda, de la Corporación Televisiva Telesur, junto al comunicador argentino Víctor Hugo Morales, destacó los valores del pueblo cubano y el esfuerzo en construir una sociedad justa en medio de condiciones muy difíciles debido bloqueo del gobierno de Estados Unidos.
Tan arraigado quedó el terruño caribeño en los sentimientos de Diego Armando Maradona, que al iniciar De Zurda en la segunda temporada con miras a la Copa América de Chile, en 2015, las dos primeras grabaciones en torno a equipos de América del Sur, las anunció y realizó con Víctor Hugo Morales desde Cuba.
Bonita y sincera amistad tuvo con dos de nuestros más grandes exponentes del deporte: el inolvidable tricampeón olímpico y mundial de boxeo, Teófilo Stevenson, y el recordista del orbe en salto alto Javier Sotomayor, quien hace unas semanas felicitó a su amigo por las 60 primaveras, el 30 de octubre último.
Acaba de partir uno de los más grandes de todos los tiempos; el más sensible, humano y rebelde entre las leyendas de su deporte; protagonista del título Yo soy el Diego; hombre de ideas, de palabras y de acción; ídolo de multitudes; crítico de los dirigentes corruptos en el medio futbolístico local y mundial, y defensor de causas justas y de los jugadores profesionales en el orbe.
Se va una página indeleble del fútbol universal; el de 'la mano de Dios', monarca y principal figura de la Copa de la Federación Internacional de Futbol Asociación en México 1986; el amigo de Fidel Castro, Hugo Chávez, Daniel Ortega, Nicolás Maduro, Evo Morales, Néstor y Cristina de Kichner, Luis Inacio Lula da Silva, Rafael Correa, Dilma Rousseff, Alberto Fernández.
También fue fiel el hijo ilustre de Argentina a la amistad con Telesur, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y con la ciudad italiana que con su fútbol hizo resaltar en el mapa mundial, Nápoles. Gracias Diego por tanta alegría, por tanto amor. El mundo te venera. Desde Cuba un hasta siempre con las condolencias a la familia y a tu pueblo suramericano.
(*) Exguardamenta de la selección nacional y expresidente de la Asociación de Fútbol de Cuba (1987-1998).
agp/jpm/jfr
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