Los hechos se remontan a febrero de ese año, cuando el país sufrió varios terremotos, y los acusados, ya en prisión preventiva, fueron hallados culpables de la falta de seguridad de un bloque de viviendas de 12 pisos en la ciudad de Diyarbakir.
El terremoto causó la muerte de unos 53 mil personas en una enorme región del sureste del país.
Algunos expertos consideran que el complejo se edificó sobre un suelo demasiado blando, no apto para construcciones de este tamaño, según la prensa turca.
Un mes atrás, otro tribunal condenó a 18 años a un contratista por el desplome de un edificio en la ciudad de Sanliurfa durante el mismo terremoto, considerando que era responsable de graves defectos materiales en la construcción.
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