Un eventual cese del fuego fue mencionado por el inicio del ramadán, noveno mes del calendario lunar musulmán, sagrado para los mil 500 millones de creyentes de esa religión monoteísta que lo dedican a la oración, la caridad y el ayuno desde la salida hasta la puesta del sol como prueba de su sumisión a Alá.
El bloqueo de la situación es mala noticia y los 10 millones de personas convertidas en refugiados internos y en países limítrofes por el conflicto que, asimismo, costó hasta ahora la vida a 15 mil sudaneses, la mayoría civiles no beligerantes atrapados entre dos fuegos.
La violencia de los combates, que abarcan toda la geografía sudanesa, además, amenaza con provocar una hambruna de consecuencias catastróficas para el vasto país del norte de África cuya economía yace descabezada a los pies de los contrincantes. .
A casi un año se su inicio por discrepancias de fondo entre el presidente del CST, general Abdel Fattah al Burhan, y su exaliado, el caudillo de las RSF, general Mohamed Hamdan Dagalo, Sudán está sumergido en una noria de violencia impenetrable para varias gestiones conciliadoras.
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