Según los adelantos en medios de prensa, el plan contiene propuestas de incremento de un salario mínimo más alto, el fortalecimiento de las leyes antimonopolio hasta nuevos beneficios federales para las personas mayores en el Seguro Social, entre otras.
La agenda serviría ahora de modelo para asesorar desde el punto de vista político al presidente Joe Biden para que pueda ganarse a los votantes progresistas y jóvenes que no están atraídos por su candidatura a la reelección.
Si la base progresista no está entusiasmada y si no sienten que estamos tratando de ganarnos sus votos y que ellos son importantes, entonces creo que la horrible idea de una segunda presidencia de Donald Trump podría convertirse en realidad, advirtió la congresista Pramila Jayapal en entrevista concedida a NBC News.
La demócrata de Washington, quien preside el Caucus, afirmó que ese es un lujo que no pueden darse. “Y no lo haremos”, subrayó.
El proyecto de siete puntos se centra principalmente en la economía. Comienza con disposiciones para aumentar el salario mínimo federal a 17 dólares por hora para 2028 y aprobar la Ley PRO para fortalecer los sindicatos.
También incluye políticas para reducir la carestía de la vida: limitar los costos del cuidado infantil al siete por ciento de los ingresos para todas las familias, y ampliar los beneficios del Seguro Social cerrando las lagunas fiscales.
Igualmente, la agenda pide agregar beneficios dentales, de visión y audición a Medicare; y promulgar una serie de políticas para proteger a los inquilinos y hacer que la vivienda sea más asequible.
“Se trata realmente de poder de los trabajadores y de aumentar los salarios y reducir los costos para los pobres, los estadounidenses de clase media y los trabajadores de todo el país”, comentó Jayapal, miembro de la Cámara de Representantes.
Otros pilares buscarán inversiones en educación, promover la justicia a través del derecho al aborto, medidas pro-LGBTQ, políticas pro-inmigrantes y el establecimiento de estándares policiales nacionales.
Pero gran parte de la agenda no tendrá posibilidades realistas de ser aprobada a menos que los demócratas controlen la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y el Senado después de noviembre.
«Asumimos que esta es una agenda para un presidente demócrata con un Senado y una Cámara demócratas», acotó Jayapal.
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