Este aumento generalizado significaría que el número de insolvencias en 2024 superaría la cifra anterior a la pandemia de la Covid-19 en dos de cada tres países, señaló la directora del grupo, Aylin Somersan Coqui, en el informe publicado este miércoles.
No obstante, Allianz Trade espera que la situación no llegue a las magnitudes de “un tsunami” como el ocurrido a raíz de la gran crisis financiera de tiempos recientes, cuando las insolvencias mundiales se dispararon un 17 por ciento en 2008 y un 19 por ciento en 2009.
En 2023, tres de cada cuatro países registraron repuntes en el tema objeto de análisis, lo que condujo a un alza de siete puntos porcentuales a escala internacional, reveló la investigación.
De cumplirse el pronóstico para 2024, dos de cada tres Estados podrían registrar ascensos por encima de sus niveles prepandémicos, y la posible estabilidad global en 2025 sería de todas formas sobre la base altos niveles, explicó la fuente.
Según la aseguradora de crédito comercial, en la mayoría de las economías avanzadas los índices de insolvencias de las empresas ya están por encima de los registrados antes de la pandemia.
Al cierre de 2023 las alzas más notables contemplaron a Estados Unidos (40 por ciento) y la eurozona (14), con los Países Bajos (52 por ciento), Francia (35) y Alemania (23) en primera línea, detalló Allianz Trade.
Otro factor preocupante es el deterioro financiero de grandes empresas; pues podría generar un mayor riesgo de impago para los proveedores más pequeños, indicó la analista Maxime Lemerle, de Allianz Trade.
A juicio de los autores del estudio, el menor crecimiento de las economías, las perturbaciones comerciales y la incertidumbre geopolítica preparan el escenario para otra aceleración de las insolvencias empresariales globales en 2024.
Por los cálculos de Allianz Trade, la eurozona y Estados Unidos necesitarían al menos 0,7 puntos porcentuales de crecimiento adicional del Producto Interno Bruto (PIB) como promedio en 2024-2025 para estabilizar su número de insolvencias.
Después de una serie de conmociones en los años más recientes, el apretado calendario electoral de 2024 elevará la incertidumbre económica a medida que los países que representan el 60 por ciento del PIB mundial acudan a las urnas, juzgó la firma.
Este contexto, indicó, agregará una capa de complejidad y riesgo a las operaciones comerciales, al elevar la volatilidad de los costos de los insumos y dificultar la realización de planes de negocios precisos.
Además, las empresas seguirán enfrentándose a duras condiciones de financiación, valoró la entidad.
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