Según las fuentes, Faye se comprometió a gobernar con humildad, transparencia y luchar contra la corrupción en todos los niveles.
También aseguró que se esforzará por reconstruir las instituciones y fortalecer las bases de la convivencia en el país, afectada por recientes protestas, represión policial y detenciones.
Faye fue electo nuevo presidente del país en primera vuelta, tras su contundente victoria en los comicios, aunque aún la Comisión Nacional Electoral Autónoma (Cena) no ha hecho públicos los resultados totales, acaba de cumplir 44 años y salió de prisión hace diez días.
Según los resultados preliminares, logró el 57 por ciento de los votos frente al 31 por ciento del hasta ahora primer ministro, Amadou Ba, que era el candidato oficialista.
Su candidatura fue apoyada por el líder de la disuelta agrupación política Patriotas Africanos de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Fraternidad (Pastef), Osumane Sonko, a quien se le prohibió presentarse a elecciones acusado de un supuesto delito de violación, del que después fue declarado absuelto.
Por su parte, el presidente saliente, Macky Sall, y el ex primer ministro y candidato oficialista, Amadou Ba, han aceptado su derrota.
El nuevo presidente senegalés se enfrenta ahora a una complicada situación económica en el país y tendrá también la tarea de restaurar la confianza en las instituciones y las políticas públicas.
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