Mediante un comunicado, la oficina de prensa de la Santa Sede señaló poco antes del inicio de la ceremonia, a las 21:15 hora local, que “para conservar la salud ante la vigilia de mañana y la Santa Misa del Domingo de Resurrección, esta tarde el papa Francisco seguirá el Vía Crucis del Coliseo desde la Casa Santa Marta”.
Como cada Viernes Santo el también conocido como Anfiteatro Flavio se transformó en un escenario gigante, y durante una hora las laderas de la romana colina del Esquilino representaron las del Gólgota, y el majestuoso monumento imperial se iluminó con un juego de luces y sombras, en un ambiente de oraciones e intensa meditación.
La celebración estuvo encabezada en esta ocasión por el cardenal Angelo De Donatis, vicario en Roma del Sumo Pontífice, quien presidió a las 17:00 hora local la ceremonia de la Pasión del Señor, en la Basílica de San Pedro durante la cual la homilía fue encomendada al predicador de la Casa Pontificia, el cardenal Raniero Cantalamessa.
En el comienzo del Triduo Pascual, que se extiende desde el 28 de marzo hasta el 31 de este mes, Domingo de Pascuas, el papa Francisco celebró el pasado jueves a las 09:30 hora local la Misa Crismal, en la Basílica de San Pedro, donde los sacerdotes renovaron sus promesas.
Posteriormente, en ese Jueves Santo, visitó la cárcel de mujeres de Rebibbia, en esta capital, donde celebró la misa en Coena Domini.
En ese lugar Francisco compartió con unas 200 reclusas que se reunieron en el campo de fútbol del centro penitenciario, donde tuvo lugar la ceremonia, recorrió la instalación en silla de ruedas y, tras la misa, lavó los pies de 12 féminas encarceladas en ese penal, de diferentes nacionalidades y religiones.
Tras las celebraciones de este viernes, se prevé que a las 19:30 del siguiente día, Sábado Santo, el Obispo de Roma asista a la Vigilia Pascual.
Finalmente, el 31 de marzo, el Pontífice presidirá en la Plaza de San Pedro la ceremonia del Domingo de Pascuas, donde a las 10:00 hora local celebrará la Santa Misa, y al mediodía pronunciará el mensaje Urbi et Orbi (A la Ciudad y al Mundo), desde la logia central de la Basílica de San Pedro.
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