El funcionario afirmó en conferencia de prensa que estas firmas se aprovechan de las necesidades de los jóvenes, sometiéndolos a numerosos desafíos y, en efecto, contribuyendo a la trata de personas.
También criticó la deportación forzosa de refugiados afganos por parte de países vecinos e instó a los jóvenes afganos que viven una vida normal en el país a no caer en las trampas de estas compañías.
Por un lado, se hacen llamar empresas turísticas, pero por otro, son traficantes de personas. Pregúntenles cuántas personas han enviado con visas de turista y cuántas han regresado.
Además, ¿es realmente tan buena la economía de Afganistán como para que tantos jóvenes tengan trabajo y solo quieran ir al extranjero por uno o dos meses de turismo? Ninguna mente racional puede aceptar eso, declaró Omari.
También criticó a algunas empresas y fábricas por descuidar los derechos de los trabajadores al asignarles cargas de trabajo excesivas con salarios bajos y, aun así, no garantizarles sus derechos laborales.
El ministro en funciones enfatizó que la cartera de Trabajo y Asuntos Sociales de Afganistán trabaja para crear oportunidades laborales adecuadas para los jóvenes, tanto dentro como fuera del país; con ese objetivo, se llevan a cabo conversaciones con Qatar para facilitar el empleo legal de jóvenes afganos en ese país.
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