El fiscal Juan Carlos Villena hizo público un comunicado en el que califica como “acto de rebeldía” el pedido de Boluarte de reprogramar su declaración y la exhibición de los relojes Rolex por cuya posesión es investigada por presunto enriquecimiento ilícito.
Según el fiscal a cargo del caso, Hernán Mendoza, esas diligencias estaban programadas para el 26 y el 27 de marzo, pero acudió a la vivienda de Boluarte y no le abrieron la puerta y un oficial de seguridad le indicó que sería atendido en el Palacio de Gobierno, donde la presidenta no los recibió hoy.
Mendoza dijo que las consecuencias de lo sucedido serán las acciones previstas para lograr el cometido de la Fiscalía, según Villena, deben ser medidas urgentes e inmediatas para acceder a los relojes.
El jurista Carlos Caro, dijo que esas medidas son el allanamiento de la casa de Boluarte y el Palacio de Gobierno para buscar los Rolex, pues la inmunidad judicial de la mandataria no impide esas operaciones.
Caro, como periodistas y parlamentarios de todos los colores, coinciden en contrastar la reciente promesa de Boluarte de declarar toda la verdad a la Fiscalía, con lo que consideran rehuir a hacerlo.
El texto de Villena pone en duda el argumento de la defensa de la mandataria para la reprogramación, de que esta semana y la próxima ella tiene actividades que atender, lo cual, afirma, retarda las pesquisas.
Señala que el pedido de aplazamiento no explica si esas actividades fueron programadas antes de recibir la notificación de la Fiscalía ni fundamenta si su presencia en esos eventos es indispensable.
Apremia por la entrega para que no se generen efectos que puedan resultar irreversibles e impidan contar con aquellos objetos por disposición indebida, pérdida, destrucción o deterioro, lo cual puede afectar la investigación.
De otro lado, el contralor general, Nelson Shack, anunció en una comparecencia en el Parlamento que el organismo a su cargo está indagando las declaraciones juradas de ingresos y bienes de la mandataria, para verificar si tiene desbalance patrimonial, es decir diferencia entre sus ingresos y sus bienes y adquisiciones.
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