«El papa Francisco fue una voz de claridad moral, coraje espiritual y compasión sin límites. Fue, en muchos aspectos, la conciencia del mundo, y nunca dudó en desafiar a los más fuertes en nombre de los más vulnerables», expresó.
Aseguró que «hoy, el mundo perdió a un hombre que tocó profundamente la vida de miles de millones de personas».
Recordó que «durante su visita papal a Canadá en 2022, su disculpa sobre las escuelas residenciales para niños indígenas fue un paso crucial para que la Iglesia pueda avanzar en su camino hacia una reconciliación significativa».
El papa Francisco realizó ese año una «peregrinación de penitencia» a Canadá, donde visitó Edmonton, la ciudad de Quebec e Iqaluit, y allí enfatizó en la reconciliación.
También se disculpó por los miembros de la Iglesia católica que cooperaron con la política «devastadora» del gobierno federal que instauró por más de un siglo y medio las escuelas residenciales indígenas.
Dijo que su disculpa era sólo el primer paso para hacer las paces con los pueblos indígenas de Canadá y que se debe realizar una investigación seria sobre los hechos ocurridos en el pasado.
Carney destacó que trabajó con el papa Francisco y su equipo en el Consejo para un Capitalismo Inclusivo, una organización fundada en colaboración con el Vaticano para promover una economía más justa y sostenible.
Rememoró que en la reunión del Vaticano en 2014 «El bien común global: hacia una economía más inclusiva», el papa Francisco lanzó un desafío que lo ha guiado desde entonces.
El papa «comparó a la humanidad con el vino -rica, diversa, llena de espíritu- y al mercado con la grappa -destilado, intenso y, en ocasiones, desconectado». Nos llamó a «convertir de nuevo la grappa en vino, a reintegrar los valores humanos en nuestras vidas económicas», explicó.
Francisco, el primer papa latinoamericano, falleció este lunes a los 88 años de edad, informó el Vaticano en un comunicado.
Su papado de 12 años marcó el comienzo de una Iglesia católica más abierta y acogedora que priorizó la empatía hacia los pobres y marginados, incluidas las víctimas indígenas de las escuelas residenciales administradas por la Iglesia en Canadá.
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