El diputado del partido Azul, no obstante a la larga lista de temas pendientes, decidió cambiar el habitual lunes de esas reuniones, a este martes a las 12:00, hora local, en el salón mayor de Protocolo de la Casa Larrazábal.
Después de más de 20 días sin sesiones y ante la expectativa ciudadana con la derogación del aumento salarial autorrecetado por los propios legisladores en noviembre último, falta ver si participan e incluyen la discusión, señalaron analistas.
En una rueda de prensa a fines de marzo pasado, Ramos afirmó que «rectificar es de sabios» al anunciar la suspensión del incremento, efectivo desde enero del presente año.
De acuerdo con la autoridad, la decisión obedece al clamor de la población, que expresó su fuerte oposición al alza salarial para los 160 diputados que componen el Congreso.
Previo al descanso último por la Semana Santa, líderes de la Junta Directiva de los 48 Cantones del departamento de Totonicapán acudieron al Legislativo y presentaron un memorial contra la subida de sueldo.
El presidente de esa reconocida organización ancestral, Juan Ajpacajá, expresó luego a la prensa que se reunirían con el consejo de alcaldes y analizarían las medidas a tomar para hacer presión sobre los parlamentarios.
En un comunicado emitido antes, consideraron que ese incremento salarial representa una decisión injusta y desproporcionada en un contexto de crisis económica y precariedad en los servicios básicos de la población.
Distintos sectores critican además el pobre avance del Parlamento y que el salario mínimo ronda los 500 dólares, cuando los diputados pasaron de 29 mil 150 quetzales (casi tres mil 800 dólares) a 51 mil 939 (cerca de siete mil dólares).
Lo que buscan los diputados es que el asunto quede en el olvido para continuar gozando del beneficio económico, pese a que su trabajo no sea de calidad, comentó el experto Alejandro Quinteros, citado por el diario Prensa Libre.
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