El artefacto es un armamento sofisticado que lanza sucesivamente los obuses haciendo uso de la fuerza electromagnética, según comentó Won en su artículo «Las maniobras de Japón para convertir su archipiélago en el gran polvorín serán un acto suicida que le da la segunda derrota».

De acuerdo al texto Japón comenzó en 2016 la investigación de esa arma y en 2023 realizó por primera vez en el mundo la prueba del producto de ensayo de tamaño pequeño, pero esta vez, alerta, intenta hacerla con el proyectil para el uso de combate real.

El arma en cuestión es recomendable para el ataque contra los blancos terrestres, marítimos y aéreos, y la defensa antimisil, lo que lo convierte en un «medio que cambia la situación del campo de guerra», citó la agencia estatal ACNC.

Japón tiene decididos el tiempo y lugar de emplazamiento del proyectil teledirigido tierra-mar tipo 12 con casi un mil kilómetros de alcance que ya pasó la fase de prueba y otros de planeo rápido, afirmó Ryo Won en su artículo.

Además, plantea introducir de Estados Unidos los misiles aire-aire de mediano alcance, los misiles cruceros aire-tierra de largo alcance y Tomahwak, y emplazarlos para la batalla real; así como producir en conjunto el misil «AIM-120».

La intención verdadera de Japón reside en mejorar la efectividad de ataque preventivo contra la RPDC y otros países periféricos y satisfacer así cueste lo que cueste su ambición añeja de la «esfera de coprosperidad de la gran Asia Oriental», sentenció el texto.

El imprudente aumento armamentista de ese país tendente a ofender a las naciones portadoras de armas nucleares será un acto suicida que le ocasionará su segunda derrota, concluye Kim Ryo Won su comentario, difundido por la agencia ACNC.

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