De concretarse el paro en una de los sectores de mayor importancia para el país, se paralizará buena parte de la actividad industrial entre los días 14 y 16.
Trabajadores de decenas de grandes empresas tecnológicas, químicas, textiles, metalúrgicas, forestales y mineras, entre otras, estarán involucrados.
Los industriales y el Ejecutivo de derecha, liderado por el primer ministro, Petteri Orpo, sostienen un diferendo, pues los primeros acusan al ejecutivo de no querer negociar las medidas incluidas en su reforma laboral.
El líder del Sindicato, Riku Aalto, alegó que el Gobierno de Orpo, del que también forma parte el partido de ultraderecha Verdaderos Finlandeses, no muestra voluntad de escuchar a los trabajadores.
No aceptaremos que se supriman las estructuras creadas para protegernos. Los recortes del Gobierno no tienen nada que ver con el empleo. Son puramente una cuestión de ideología, dictada a los partidos gobernantes por la comunidad empresarial, afirmó Aalto en un comunicado.
Las reformas que impulsa el Ejecutivo para aumentar la productividad y la tasa de empleo incluyen una reducción progresiva de las prestaciones por desempleo, facilitar el despido y la temporalidad, y permitir que el primer día de baja por enfermedad no sea remunerado.
Al mismo tiempo, el Gobierno quiere que los convenios sectoriales no sean vinculantes para todas las empresas y que los sindicatos no puedan convocar huelgas políticas, dos medidas que limitarían la capacidad negociadora de las organizaciones sindicales, según fuentes gremiales.
La reforma es una amenaza real para el control y el nivel de las condiciones laborales y posibilita la aparición de dos mercados laborales, denunció Aalto.
El anuncio de huelga coincide con el segundo de los dos días de paros y movilizaciones convocados por las dos principales confederaciones sindicales de Finlandia, SAK y STTK, contra los planes de reforma laboral, en los que participan alrededor de 250 mil trabajadores.
La víspera más de 13 mil personas inundaron la plaza del Senado de Helsinki para protestar contra las medidas de austeridad anunciadas por el Gobierno y hoy continúan los paros en el transporte público, la construcción y el tráfico aéreo.
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